Lo principal para conseguir llevar a cabo una adecuada estrategia de lenguaje comercial basada en el lenguaje positivo, consiste básicamente en evitar el lenguaje negativo, para ello es imprescindible que tengamos en cuenta los siguientes ítems:
- Enfocar la atención en la parte positiva de la información.
- Evitar un lenguaje evasivo ó victimista.
- Crear buen ambiente, tanto en el ámbito interno como externo relativo a nuestra organización.
- Hacer uso de palabras atractivas, siempre desde la honestidad, como por ejemplo: calidad, rapidez, gratis, ahorro, oportunidad…
- No olvidar expresiones motoras: ahora mismo, ya, en este mismo momento…
- Evitar palabras como: problema, inútil, dificultades…
- Eludir cualquier construcción verbal que comience por “no”.
- Esquivar el uso de superlativos: buenísimos, geniales…
- Privarse del uso de expresiones que nieguen o lleven directamente la contraria al cliente.
- Debemos adaptar nuestro lenguaje al cliente: no usar palabras demasiado técnicas ni extranjerismos.
- Evitar frases vulgares, expresiones inseguras, de relleno o vacilantes.
- Prescindir de construcciones verbales que resten fuerza a nuestros argumentos: “quizá…, puede ser…”